Por el contrario, si ingerimos uno de sus precursores (que además suele ser el limitante), conseguimos una mayor concentración de carnosina en músculo. De hecho, en sujetos jóvenes, la ingesta de 4-6,4 g / día de beta-alanina durante 4 a 10 semanas, aumenta los niveles de carnosina muscular esquelética en un 59% a las 4 semanas y 80% a las 10 semanas.
Existen estudios preliminares con beta-alanina en humanos que sugieren un aumento de la capacidad de amortiguamiento o tamponamiento de la acidosis muscular que llega a retrasar la aparición de fatiga aumentando el rendimiento físico